Una de las más potentes industrias norteamericanas y en general, a nivel mundial, es la industria armamentística.
Cuando se realizan pedidos de armamento, estos suelen ser muy jugosos y traen consigo grandes márgenes comerciales, dan trabajo a mucha gente, se reactiva la economía, y el I+D funciona de manera que de estos desarrollos se beneficia la industria civil en general.
Mover la industria militar significa una reactivación económica segura. Pero últimamente esta industria estaba un poco de capa caída.
No hemos asistido a una feria mundial armamentística que estimulara las ventas desde el bombardeo de Serbia por parte de la OTAN, donde aparecieron los modernos aviones espía, los misiles de todo tipo, las bombas de grafito y otros adelantos que aplastaron la obsoleta defensa ex-soviética serbia.
Luego tuvimos dos ferias mundiales más, la de Afganistán y la de Irak, donde la industria de los tanques y de los misiles tomahaw no tuvieron demasiado éxito, ya que las mayores ventas las obtuvo el kalasmikov ruso, ese fusil de asalto de los años 40 duro y resistente con el que se ha mantenido a raya al invasor.
Hubo una feria local en Mali, donde Francia fue a mostrar su poderío, pero que apenas ha registrado visitas, ya que no contaba con la cobertura televisiva de EEUU al tratarse más que nada de una feria local.
Pero la feria que se avecina, la de Siria, promete ser muy interesante. Todos los ministerios de defensa a nivel mundial van a enviar a la zona a sus ojeadores, ya que en esta feria no sólo presenta sus novedades EEUU, sino que al parecer Rusia va a competir claramente con la organización desplegando sus propias soluciones de contramedidas enfrentadas al poderío americano.
Las mayores novedades al parecer van a ser por parte de Rusia los sistemas antimisiles S-300, que de funcionar supondrán un incremento de ventas de este tipo de tecnología y que puede dar un fuerte impulso a la maltrecha economía rusa, sobre todo porque puede llevar asociada una venta de sus propios misiles.
EEUU se arriesga mucho, ya que debe mantener su hegemonía con los tomahaw y no sabemos si hará nuevas presentaciones en misiles, pero su producto estrella sin duda serán los drones, esos aviones no tripulados, que si consiguen realizar ya no tan solo labores de rastreo sino también acciones militares ofensivas de asesinatos selectivos, por ejemplo, pueden tener un buen futuro en países como Israel.
Las mayores novedades al parecer van a ser por parte de Rusia los sistemas antimisiles S-300, que de funcionar supondrán un incremento de ventas de este tipo de tecnología y que puede dar un fuerte impulso a la maltrecha economía rusa, sobre todo porque puede llevar asociada una venta de sus propios misiles.
EEUU se arriesga mucho, ya que debe mantener su hegemonía con los tomahaw y no sabemos si hará nuevas presentaciones en misiles, pero su producto estrella sin duda serán los drones, esos aviones no tripulados, que si consiguen realizar ya no tan solo labores de rastreo sino también acciones militares ofensivas de asesinatos selectivos, por ejemplo, pueden tener un buen futuro en países como Israel.
Y no sólo eso, en stands más locales al parecer Francia va a presentar novedades, no sabemos si compartidas con Inglaterra. Sólo se va a echar en falta la presencia de España, que por la crisis apenas mostrará su industria naval con un par de fragatas, pero que sin el Príncipe de Asturias y con el submarino que no consigue emerger, va a tener una presencia justita, a ver si se consigue algún pedido para la naval.
Esta vez el país anfitrión va a ser Siria, que correrá con todos los gastos y pondrá a disposición de los expositores todo su territorio y a sus habitantes. A ver si nos saca de la crisis esta feria.
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